miércoles, 9 de enero de 2013

Claves para una planificación efectiva


Arrancó un nuevo año y es momento de planificar. Sí, insisto: planificar. Tal vez muchos crean  que planificar en un país tan cambiante e inestable no tiene sentido. Pero la realidad es que, más allá de las coyunturas, la planificación es la herramienta fundamental para el logro de los objetivos.

Veamos entonces cuáles son  las claves principales para una planificación exitosa y a no atemorizarse, no pretendo que realicen complejas matrices, ni ecuaciones extrañas o que escriban un plan de negocios de 500 páginas. Las buenas planificaciones son concretas, específicas  y demandan más honestidad intelectual que conceptualizaciones técnicas extranjeras.

Claves para una planificación efectiva:
Determinar objetivos realistas, posibles, coherentes y consistentes. Este es el punto donde es imprescindible subrayar la necesidad de honestidad intelectual. El diseño de objetivos requiere una mirada imparcial, neutra, despojada de vanidades y absurdas pretensiones, conociendo la potencialidad real de nuestra marca-producto y sus debilidades. De poco servirá establecer objetivos de incremento en las ventas del 40% y disminución de los costos en un 20% con aumento en la participación de mercado de un 15%. etc.- etc. como suele verse en muchos ejercicios de planificación.
Asignación de los recursos necesarios. Esta es una de las claves invisibles por las cuales fracasan muchas planificaciones. Las acciones requieren recursos tanto económicos como humanos y técnicos. Muchas veces suele obviarse la asignación de los recursos o mal asignarse o mal distribuirse los mismos. Nuestras aspiraciones deben ir siempre ligadas a nuestras posibilidades. 
Comunicación clara de los objetivos al equipo de trabajo.Todo el equipo de trabajo debe conocer los objetivos de la empresa y su rol específico en la ejecución, seguimiento y logro de esos objetivos. Es insuficiente que los altos y medios mandos manejen la información; todo el plantel debe estar involucrado en la consecución de las metas de la empresa.
Implementación de las tácticas y estrategias para la concreción de los objetivos.  Suele ponerse énfasis en el diseño de los objetivos sin establecerse mayormente QUÉ hacer y CÓMO hacerlo. Si no se tiene en claro qué y cómo voy a hacer, difícilmente se pueda establecer qué necesitamos para lograrlo y consecuentemente llegar a la meta requerirá de un milagro.
Seguimiento de las acciones y resultados parciales. El monitoreo de las acciones y sus resultados es fundamental para determinar si las tácticas y estrategias seleccionadas son conducentes o requieren nuevas tácticas, o incluso, un cambio de estrategia y hasta de objetivos.
Flexibilización  para la adaptación y mejora continua de los procesos y resultados.Parte de la honestidad intelectual a la que me refiriera al inicio de este artículo, será necesaria para comprender y aceptar los cambios que fueran necesarios realizar en la planificación, si los resultados -vistos a través del monitoreo-, no nos acompañaran o si se produjeran circunstancias externas o internas, que motivaran un rápido cambio de planes o acciones. 

Es momento entonces de sentarse con la mente y el corazón abiertos para analizar y diseñar la planificación del año. Cada uno podrá elegir la forma de trabajo que mejor se adecué para su persona y su empresa, pero queda claro que planificar no es una opción, es una necesidad.

Buena planificación! Buen año!

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