La construcción de un sueño

Inmersos en la euforia mundialista pareciera que todo nos remite a Sud-África. Un país increíble por su historia, por su lucha, por su capacidad de reconversión, integración y superación.

Como emprendedores, es válido tomar el caso Sud-África para observar cómo este pueblo supo constituir en realidad un gran sueño.

El sueño sudafricano necesitó un gran líder como Nelson Mandela, porque todo proyecto requiere liderazgo. Un líder con claridad y capacidad para comunicar y transmitir el sueño, guiar, motivar y contagiar el impulso constructor.

Se necesitó creatividad y humildad para buscar recursos y apoyos estratégicos. Pero principalmente, se requirió convicción. Convicción es el nombre del gran motor hacedor de sueños. Creer firmemente en la posibilidad del proyecto y no desistir ante ningún obstáculo Persistencia clave para poder superar barreras, flexibilidad para re-pensar, planificar y ajustar los pasos, pero siempre con convicción y persistencia. Insistir, revisar, corregir y seguir intentando.

Es verdad, un líder de la magnitud de Mandela sólo surge esporádicamente. No podemos compararnos con la grandeza de un hombre tan gigante que no renunció jamás, a pesar de los casi 27 años de prisión y el dolor de ver padecer a su gente. Pero su ejemplo puede servir de espejo para inspirarnos en la construcción personal, para aprender a NO claudicar, a creer y a amar nuestro proyecto, y a encauzar toda nuestra energía para que pueda concretarse en realidad.

Animate! dicen que alguna vez el Universo fue sólo una particular de energía o simplemente, el sueño de Dios...

Nos seguimos encontrando...