-Buscar una palabra o una combinación de palabras que sea suficientemente descriptiva acerca del producto y sus bondades.-Cuidar que sea legible. El uso de tipografías exóticas o símbolos entremezclados con letras o números en el nombre confunden al público, complicándole el descifrado de la lectura. (No hay que olvidar que la mayor publicidad es la recomendación boca a boca, y esta no puede tener lugar si la marca no es “nombrable".
-Seleccionar un nombre que sea sonoro y que al pronunciarlo no tenga implicancias o connotaciones negativas.-Evitar similitudes con la competencia.
-Es recomendable buscar nombres cortos para facilitar el proceso de recordación en las mentes de los consumidores.
-El uso de frases que retrotraen a juegos, canciones o refranes escuchados en la infancia, pueden resultar muy efectivos si tienen consistencia con la esencia y cualidades de nuestra marca, cuando son acordes a la franja etaria que se desea captar y cuando son propias de la región dónde se desea incursionar con la marca.
-Escoger un nombre muy específico puede resultar un inconveniente a futuro si se desea diversificar la marca (“Pizzas locas” sería una barrera si se deseara adicionar al menú panchos, empanadas o hamburguesas.
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Hasta la próxima...
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