No sabemos exactamente de dónde proviene la tradición de
nuestro árbol de navidad ya que existen distintos posibles orígenes. Algunos lo
asocian a la veneración que los Druidas de Europa Central hacían de los
elementos de la naturaleza. Ellos celebraban el cumpleaños de uno de sus dioses adornando
un árbol, “Idrasil” o “Árbol del Universo”, coincidiendo en cercanía con la fecha
de la Navidad cristiana.
Para otros, tiene sus
orígenes en la antigua creencia germana
de que un árbol gigantesco sostenía el mundo y que en sus ramas estaban apoyados
el sol, la luna y las estrellas, lo cual a su ver habría motivado a iluminar
los árboles, primero con pequeñas velas y en la actualidad, con toda clase de
luminarias.
El árbol es esencialmente símbolo de vida, su verde follaje
anuncia el paso del invierno al verano y los frutos, marcando el ciclo de la
naturaleza.
En las religiones orientales, el árbol es sagrado porque connota
la unión entre el cielo y la tierra, el encuentro del hombre con la divinidad.
Para el cristianismo, el árbol de Navidad recuerda al árbol
del Paraíso de cuyos frutos comieron Adán y Eva, y de donde vino el pecado
original; y por lo tanto recuerda que Jesucristo ha venido a ser Mesías
prometido para la reconciliación. Pero también representa al árbol de la Vida o
la vida eterna, por ser de tipo perenne.
La forma triangular del árbol (por tratarse de una
conífera), representa a la Santísima Trinidad. Las oraciones que se realizan
durante el Adviento se diferencian por un color determinado, y cada uno simboliza
un tipo:
- El azul las oraciones de reconciliación.
- El plata las de agradecimiento.
- El oro las de alabanza.
Indistintamente de la cultura, el árbol ha tenido siempre un
significado especial para el hombre, asociado a la vida, la mística, la sabiduría y la
poesía.
El árbol de navidad reúne a las familias y a los amigos, los
convoca a dar y recibir y a prepararse para el resurgimiento de un nuevo renacer,
de una nueva esperanza, de nuevos sueños y proyectos.
Continuemos la tradición de construir cada 8 de diciembre
este árbol de navidad, para renovar nuestros deseos de vida, nuestras ansias de
compartir y de iluminarnos con su luz.
Felicidades!