Durante mucho tiempo se ha sostenido que el conocimiento
constituía el pilar fundamental de toda empresa. Para otros, el capital económico,
sus reservas y capacidad de re-inversión lo eran todo, lo cual desencadenaría
el reinado de la rentabilidad. Por
suerte, no faltaron quienes recordaron que las empresas están hechas por
hombres y entonces se popularizó la frase: “el mayor capital de una empresa es
el capital humano”.
Cada escuela de Management podrá aducir los argumentos que soporten sus palabras. Yo
prefiero creer que el mayor activo de una empresa en su sonrisa.
Y cuando hablo de la sonrisa de la compañía, estoy hablando
de todas las sonrisas que habitan y conviven en una compañía: de los clientes,
de los proveedores, de los empleados, de los empresarios… Todas las sonrisas,
son TODAS las sonrisas.
Está claro que las “caras largas” del enojo, del fastidio y
el disconformismo ahuyentan clientes, reducen la productividad, des-empoderan las
negociaciones, fagocitan la energía creadora y su efecto es altamente viral y
destructivo.
Pero qué sucede con las “caras apagadas”. Las caras apagadas
son aquellas que muestran las consecuencias letales de la pérdida de entusiasmo.
Sí, cuando el entusiasmo desparece, la luz parece salir a jugar a las
escondidas y todo se apaga. Todo queda en oscuridad y silencio, como un recreo macabro
donde los escritorios son asaltados por los fantasmas del aburrimiento y la
desolación.
Por eso yo prefiero las “caras sonrisas”. Sí, la sonrisa es
poderosa, es amplia, puede volver a repetirse en cualquier momento sin ensayo
previo ni inversiones, ni consultas con especialistas. La sonrisa predispone
bien a quien la recibe, derriba resistencias y su onda expansiva es superior a
cualquier otra. Una sonrisa le cambia el
día a quien se topa con ella, porque la
sonrisa es la llave que abre todas las puertas.
“Sonría por favor, está siendo filmado” (aunque no sea
cierto, sonría igual, su sonrisa es poderosa y me hace bien).
Graciela M. Losada p/GER AYUDA
No hay comentarios:
Publicar un comentario