La palabra estrategia deriva del verbo latín stratego que significa conducir un ejército. Desde este concepto, que se trasladó como “el arte de dirigir operaciones militares”, derivan las distintas acepciones y aplicaciones que se le dan a esta palabra, tan utilizada en lo discursivo y muchas veces, tan olvidada en la práctica.
La estrategia responde a la pregunta: qué debo hacer?
Una vez respondida dicha pregunta surgirá otra: cómo lo hago? Las respuestas a esta pregunta serán las tácticas que utilizaré para implementar mi estrategia.
Tácticas y estrategias son dos conceptos independientes pero necesariamente relacionados. De nada servirá la mejor estrategia si no se desarrollan tácticas acordes, y de nada servirá coleccionar tácticas si no se tiene una estrategia previa dentro del marco de una planificación adecuada.
Sea en el ámbito militar, institucional, comercial o personal, siempre necesitamos tener tácticas y estrategias. Estrategias de marketing, de precios, de motivación, de negociación, de distribución, de comunicación... Una estrategia para cada objetivo y distintas tácticas.
Y cuándo no recuerdes bien cuál es la diferencia entre táctica y estrategia, pensá en estas célebres palabras del querido Mario Benedetti...
Que tengas una buena jornada...
Graciela M. Losada
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