Considerando que las palabras generan el universo que habitamos, sería conveniente repasar lo que esta palabra efectivamente significa. Observemos qué nos dice el diccionario de la Real Academia Española:
CRISIS:
1. f. Cambio brusco en el curso de una enfermedad, ya sea para mejorarse, ya para agravarse el paciente.
2. f. Mutación importante en el desarrollo de otros procesos, ya de orden físico, ya históricos o espirituales.
3. f. Situación de un asunto o proceso cuando está en duda la continuación, modificación o cese.
4. f. Momento decisivo de un negocio grave y de consecuencias importantes.
5. f. Juicio que se hace de algo después de haberlo examinado cuidadosamente.
6. f. Escasez, carestía.
7. f. Situación dificultosa o complicada.
Como podemos observar, la palabra CRISIS no tiene una visible connotación negativa. Nos habla de cambio, de mutación. Y mutar es mudar y mudar es “dejar algo que antes se tenía, y tomar en su lugar otra cosa”.
De allí que la afirmación “Crisis es igual a oportunidad”, no trata de una mera intención ni una bonita frase vacía escrita por algún mentor de la revolución del optimismo. Cuando decimos “Crisis es igual a oportunidad” estamos dando su definición técnica. De hecho, en chino el ideograma “crisis” se compone con el de “oportunidad”.
Por lo tanto, bienvenida sea aquella crisis que nos movilizará, nos permitirá dejar atrás alguna situación o persona para lograr avanzar hacia nuevas posibilidades que nos permitan crecer.
Pero entonces, ¿de dónde proviene esa certeza negativa que le infundimos? Seguramente su origen vive en nuestros miedos. En el temor a abandonar la zona de confort, a la cual estamos acostumbrados.
Superemos el temor a las crisis y empecemos a prepararnos mentalmente para recibirlas y tomar de ellas el cambio que nos ofrecen, ya que el cambio es lo único permanente. Y la única forma de crecer y avanzar tanto en la rueda de la vida como en los negocios. . Hemos tenido que dejar atrás al bebé para tomar la niñez y a la niñez para convertirnos en adolescentes y luego avanzar para disfrutar la juventud y así sucesivamente se repite el ciclo…
Alexander Fleming logró llegar a la penicilina a partir de un error producido en su laboratorio y ese descubrimiento cambió la medicina.
Se dice que Miguel Ángel halló en la basura una pieza de mármol maltratada y desechada por artesano poco habilidoso, la tomó y sobre ella, cinceló luego su David.
El problema no radica entonces en la “situación de crisis” en sí misma, el problema es nuestra actitud y nuestra reacción frente a esa situación que nos propone un cambio. Siempre habrá crisis, porque afortunadamente siempre habrá oportunidades.
Atreverse a aceptar el desafío que cada situación nos brinda es convertir ese “desechado mármol“, en la “oportunidad de una gran obra”. Animarse a constituirse en el Miguel Ángel de la propia vida tal vez pueda sonar pretensioso, sin embargo ese es el destino de cada emprendedor y de cada individuo: Ser el artesano de su propio camino.
Porque atreverse seguirá siendo siempre la consigna para poder ver la “oportunidad” de cada “crisis”.
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