martes, 26 de junio de 2012

El punto de venta


Armar un local de venta requiere de análisis y una adecuada planificación.  El punto de venta debe reflejar la imagen de marca global que deseamos transmitir, tanto desde el exterior del local como cada elemento y detalle del interior.

Asimismo, es fundamental  pensar en la accesibilidad física y psicológica. Al hablar de accesibilidad física nos referimos a la facilidad para entrar y circular por el  local, evitándose toda presencia de obstáculos como escalones, que puedan  transformarse en una barrera de acceso.

La accesibilidad  psicológica refiere a la forma en que nos invita y nos atrae a entrar.

Con la excepción de los productos exclusivos de altísima gama, la idea general de todo comercio es captar la atención de la mayor cantidad de público posible, y para ello será indispensable atender especialmente todos los elementos de atención: Ubicación zonal del local, arquitectura del local (fachada, puerta, marquesina, cartelería, etc.),  vidrieras (ubicación, espacio, diseño y estética general), iluminación, decoración, distribución, exhibidores, mostradores, probadores, etc.

La imagen de un punto de venta debe contener en su definición el concepto global integrado de sus recursos esenciales, conjuntamente con su carácter diferenciador de otros puntos de venta, debiendo  cumplir con las siguientes condiciones:  
  • Válida (la imagen debe  estar próxima a la realidad);
  • Creíble (evitar transmitir conceptos poco creíbles para el público objetivo);
  • Simple (evitar  la confusión y el desorden);
  • Atractiva (capaz de captar la atención);
  • Distintiva (mostrar la diferenciación respecto a  puntos de venta de otras marcas).

La imagen del  punto de venta  es un factor clave del éxito de una marca. Se pretende captar y capturar la atención del público y generar una experiencia de compra satisfactoria que desee repetirse.  Conservar la coherencia y concordancia con el diseño corporativo de la marca es indispensable.